#SriLanka II

Ahangama coast

#Day9 – 30 Jan – Hikkaduwa – Welligama – Galle

No es un sentimiento nuevo para mí: cuando viajas la primera semana se hace muy larga, los días pasan lentamente y las horas se multiplican. A partir de ahora los días irán pasando mas rápido y las semanas también, pero ya empiezas a echar de menos a la gente que quieres.

Los días han ido transcurriendo a un ritmo relajado, yendo a coger olas por las mañanas a primera hora, (bueno, en realidad, intentando coger alguna porque aquí las OLAS son así, con mayusculas), recorriendo en moto otras playas cercanas como «The White Jungle Beach» o «Welligama» y haciendo cenas en casa de Belinda, algunas con huéspedes que tiene en su casa «The Dragon Fly House» y otras sólo nosotros tres, eso sí, comiendo de lujo.

Otro día mejor os hablo del tráfico y de cómo se debe conducir aquí si no quieres morir en el intento aplastado por un autobús.

Eva sigue con mil cosas en la cabeza intentando poner orden en la finca y en su casa, pequeños detalles por terminar y no tan pequeños; poner una puerta de hierro de un garaje o canalizar el agua de lluvia para que desemboque en el mini lago de la plataforma de yoga no es algo que hagamos en casa todos los días.

Por las tardes vamos a ver la puesta de sol y tomar unas cervezas a la «office», como le dicen a un Bar mítico que se llama «Ranjith´s», donde unos cuantos de los que viven aquí durante unos meses o incluso todo el año se juntan a tomar cervezas. La comunidad extranjera que vive aquí es grande, muchos de ellos tienen casas y llevan años viniendo, algunos como Chris y Marie desde los años 70. El bar lleva abierto desde el 78, cuando en la playa únicamente había 4 casas y palmeras en la orilla. Me contaba anoche que él llego aquí por primera vez con 2 tablas de surf y un cepillo dientes en el 79. En este bar el personal es el mismo de esa época, ni uno ha cambiado.

Me pregunto qué se debe de sentir cuando llegas por primera vez a un sitio tan increíble, casi virgen, y descubres que tienes las mejores Olas de Sri Lanka. Pues imagino que lo que sintió Chris, que llegó y se quedó 14 meses. No tenían ni papel para el baño, no existía obviamente en la zona; me contaba que cuando iban a Colombo lo robaban de un hotel de lujo. No estaban ni siquiera los Tuk Tuks, ni tantos lujos como hay ahora. Solo Olas y la inmensa playa de varios kilometros de Narigama y Hikkaduwa que en realidad se repiten por toda la costa desde Colombo.