#Day223 30 Aug
Osaka
Después de pasar 3 semanas en Corea del Sur, tenia ese gusanillo que te entra cuando vas a un país por primera vez, esa emoción por conocer, por probar lo desconocido.
Con Japón no era el caso, el gusanillo era por volver después de 18 años de nuevo a Japón. Recuerdo perfectamente ese viaje como si fuera hoy. Fue mi primer viaje a Asia y también mi primer gran viaje solo(ya me había ido solo con 18 años a Alemania pero no era lo mismo), tenia yo 25 años recién cumplidos y Japón siempre había sido mi destino de ensueño, por fin tenia un contrato fijo todo el año y pude comprarme el billete para finales de octubre.
La opción mas económica que encontré fue haciendo escala en Yakarta y Bali, con Garuda Indonesia, la opción mas barata implicacaba varias escalas pero eso no me importó lo mas mínimo. Tardé en llegar a Japón una semana, al final en Bali me quede una semana y lo disfrute como un enano. Después de una semana en Bali me quedé sin dinero, CITIBANK, me había cancelado la tarjeta por un recibo devuelto, cuando llegue a Japón me encontré con casi tres semanas por delante y sin dinero. Llevaba otra tarjeta MAESTRO con la que pude sacar 50.000 pesetas de un cajero y con eso ir tirando hasta que llegue a Tokio a casa de mi amigo Ryo y el me presto un poco de dinero. Por aquel entonces tenia bastantes amigos japoneses de mi estancia en Alemania y me quede en casa de alguno de ellos, no existía Couchsurfing pero si existía el escribir a los amigos y pedirles que te alojasen un par de días. Tampoco existía Facebook, ni whasap, ni smartphones y cuando viajas solo quería decir solo, no estabas en contacto con nadie.

1997 – Schwäbisch Hall (Alemania)

1997 – Schwäbisch Hall (Alemania)
Volviendo al presente y dejando para otro momento como sobreviví con 300 euros en el país mas caro del mundo.
Llegue a Osaka en apenas una hora y cuarto desde Busan y me fui directo a Namba donde me tenia que alojar en casa de mi couchsurfer, tras varios intentos fallidos en Couchsurfing, Sebastien me confirmo que me podía quedar en su casa. Le estaré siempre agradecido a el y a su futón porque al final estuve 3 noches mientras decidia hacia donde dirigirme, había llegado sin ningún plan concreto a Japón.
Al día siguiente fui paseando hasta Dotonbori, pasando por Namba y haciendo fotos por el barrio y el mercado de kuromon Ichiba.
Como manda la tradición por la noche hice una tortilla de patatas para compartirla con mi anfitrión y con Camille, otro amigo francés de Sebastien que llevaba unos días en su casa también.
Esa noche llegarían Tom y Felix, dos belgas de viaje por Jápon antes de volver a la universidad. Así que dormimos 4 en el salón de la casa de Sebastien repartidos como pudimos por el suelo. Sebastien representa la verdadera filosofía con la que nació couchsurfing, prestar tu sofá o el suelo de tu salón a uno o varios desconocidos que viajan para pasar la noche.
Al tercer día todavía mis ideas seguían sin estar claras de hacia donde ir. La noche anterior Camille nos había hablado de un parque de atracciones abandonado en Nara. Vimos unos fotos por internet y unos videos y nos impresiono, así que junto con Felix y Tom decidimos ir allí ese día. Nara Dreamland fue un parque inaugurado en 1961, según he leído una copia barata de Disneyland y que nunca llego a tener su momento de esplendor hasta que finalmente cerro en 2006 y fue abandonado tal cual estaba.
Llegamos a Nara a medio día y nos fuimos directos a ver el templo de Todai-ji, actualmente la construcción de madera mas grande del mundo y que alberga en su interior a una estatua gigante de Buda en Bronce llamado “dainichi” y que significa “Buda que brilla a lo largo del mundo como el sol”. Terminado en el año 751, como anécdota curiosa el buda casi sumio en la bancarrota a Japón al consumir la totalidad de la producción de bronce durante varios años.
Por los aldedores campan a sus anchas unos 1700 ciervos sika protegidos oficialmente como tesoros nacionales por ser considerados mensajeros de los dioses por el Sintoísmo.
Ansiosos por llegar a Dreamland, dejamos el templo atrás y nos dirigimos hacia el parque. Habíamos leído que se podía entrar por varios sitios aunque el parque tiene guardias de seguridad nos colamos por una de las puertas traseras saltando la valla.
Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando vimos a varios hombres con traje nada mas entrar en lo que parecía la zona de personal o de talleres en la zona trasera. Uno de ellos nos dijo por señas que allí no podíamos estar y nos dimos la vuelta por donde hablamos venido. Pero no íbamos a desistir tan pronto después de haber llegado hasta allí así que en lugar de salir nos dirigimos hacia la puerta principal del parque y seguimos haciendo fotos y grabando con cautela y en silencio para no llamar la atención de aquellos hombres enchaquetados. Todavía me pregunto quien serian y que harían allí, desde luego ni policía ni seguridad ni relacionados con el parque podían ser por la forma que nos dijeron que allí no se podía estar, todo un misterio.
Es increíble como en tan solo 10 años la naturaleza recupera el espacio que una vez le fue arrebatado, las atracciones, la montaña rusa, el salón de los espejos, el carrusel e incluso el castillo de Dreamland y algún que otro coche siguen allí como paralizados por el tiempo tal cual se quedaron el ultimo día de funcionamiento del parque.
Deambulamos por todo el parque, entramos a la gruta del terror y como dijo Tom, daba mas miedo que cuando estaba funcionando en su momento, subimos a la montaña rusa y andamos por su estructura completamente cubierta de vegetación, hecha madera fue la mas alta de Japón en su momento.
Un experiencia increíble no exenta de riesgos y que no se nos olvidara por muchos años…