#Day40 01 Mar
Chiang Rai – Chiang Khong – Houay xay – Pak Beng – Luang Prabang
Tras unos días en Chiang Rai toca ponerse en ruta y de nuevo cruzar otra frontera a pie, o eso pensaba yo.
Salgo en el primer bus de la mañana para llegar temprano a Chiang Khong, última población en territorio tailandés, e intentar coger ese mismo día el barco que baja por el Mekong hasta Luang Prabang en dos días de travesía lenta con parada en Pak Beng para hacer noche.
Al llegar a la frontera primera desilusión: ya no se cruza en una barca el río dejando en una punta Tailandia y en la otra Laos, ni tampoco se puede cruzar a pie. Ahora obligatoriamente el paso se hace en bus, previo pago de 20 Bath.
Había visto pocos españoles hasta el momento pero en la frontera con Laos de repente parece que han salido todos. Aquí conoceré a Fernando, Eveline, Diana y Aurél, que junto con Lora compartiré los siguientes días hasta Luang Prabang.
Diana y Aurél, madrileña y francés que llevan 4 años viajando por el mundo, Fernando y Eveline, madrileños también en una escapada rápida de dos semanas para recorrer Laos y Camboya, y Lora, americana y fotógrafa de bodas, de Philadephia en un break de dos meses para desconectar del estrés de su trabajo.
El trámite del visado es rápido y sencillo si llevas 35$, una foto y no hay mucha gente haciendo cola.
Tras varios autobuses, Tuk tuks y esperas, parece que el barco lento desde la frontera a Luang Prabang lo podré coger ese mismo día.
Los siguientes dos días transcurren entre conversaciones sobre la vida y los planes de cada uno de nosotros, paseos por el rudimentario barco, fotografía y lectura.
La travesía se hace amena y mucho más recomendable que los barcos rápidos que recorren el Mekong arriba y abajo a toda velocidad.
Luang Prabang, (o la ciudad modelada para los turistas): Puerta de entrada a Laos si vienes por el río Mekong y donde te quedarás más de lo necesario quieras o no. Muchos Guesthouses para mochileros, buenos hoteles para europeos y americanos pudientes de mediana edad y amplia oferta gastronómica y de compras.
En mi caso me dejé llevar al ritmo de la ciudad y del grupo que habíamos hecho en el barco y al que se unieron también Vero y Ximena.
Un día para ir a las cataratas de Kuang Si, en un entorno idílico pero masificado. Otro para alquilar una bici y perderme por la ciudad y entre los poblados del otro lado del Mekong haciendo fotos a la gente y a los monjes que ven pasar los días ajenos al turismo del otro lado del río.
Y el último para conocer un poco sobre la cocina laosiana y sus ingredientes…
Bonito reportaje sigue asi besosmama
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Gracias Mami!!!! Un beso
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Estamos muy contentos al verte con gente que así es más ameno un abrazo besos
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Gracias Papá!!!! Si hay momentos para todo! Un abrazo
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